Elaborados con leche de cabra, de vaca e incluso de oveja, los quesos tucumanos son otro deleite para el paladar. Algunas de las estancias queseras más populares de Tucumán se encuentran en Tafí del Valle y San Pedro de Colalao, aunque también pueden conseguirse en el centro. Pueden comerse en picadas y como postre acompañados de jaleas, mieles o arropes. El quesillo, por otro lado, es un tipo de queso preparado con leche de vaca o de cabra. Este se deja cuajar y, una vez escurrido el suero, se cuelga en sogas de alambre que le dan su forma alargada. Se puede comer solo o acompañado con arrope o miel de caña.