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Ex Ingenio de Santa Lucía

Ex Ingenio de Santa Lucía

Introducción

Con el objetivo de fortalecer la oferta turística de la provincia, el Ente Tucumán Turismo lleva adelante acciones articuladas con la Secretaría de Derechos Humanos a fin de diseñar un circuito histórico que fomente la identificación y visitación de sitios y espacios donde se cometieron o planificaron crímenes de lesa humanidad, tanto durante el Operativo Independencia y la última dictadura cívico-militar (1975-1983) como en otros momentos de nuestra historia. 

Estas acciones, que implicaron la incorporación de señalización y soporte digital para brindar información de relevancia, forman parte de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia que simbolizan el compromiso del Estado democrático para dar a conocer y condenar los crímenes de lesa humanidad, impulsar el juzgamiento de los responsables y reconocer a las víctimas, los sobrevivientes y sus familiares. 

En estas intervenciones del espacio público confluyen el acompañamiento y la reparación a las víctimas de la represión ilegal y el impulso a la participación de la comunidad en la construcción de la memoria, a fin de que tales hechos lesivos no vuelvan a ocurrir.

Ex Ingenio de Santa Lucía

El 7 de febrero de 1975, durante el Operativo Independencia, la fuerza de tareas “Aconquija” del Ejército Argentino estableció su base de operaciones en el ex ingenio Santa Lucía, que había cerrado durante la dictadura de Onganía en 1966.

Este lugar formó parte del circuito represivo integrado por otras bases militares que funcionaron también como centros clandestinos de detención en los ingenios Lules, La Fronterita, Nueva Baviera y la finca de Caspinchango. 

El funcionamiento del ex ingenio como CCD se extendió desde 1975 hasta 1982. Durante esos años pasaron por ese lugar cientos de personas detenidas desaparecidas, en su mayoría pobladores y sus familias, que habían trabajado allí y habitado en las colonias azucareras vinculadas al mismo.

El centro clandestino de detención funcionó en el chalet, la casa del administrador. Al fondo del edificio se encontraba el salón por el que se ingresaba a un sótano donde permanecían y eran torturados los detenidos. Varios de ellos continúan desaparecidos al día de hoy.

En agosto de 2018, la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia junto con la Defensoría del Pueblo y la Red Federal de Sitios de Memoria, declararon al ex ingenio como Sitio de Memoria y lo señalizaron con un cartel que indica que en ese lugar se cometieron hechos vinculados al terrorismo de Estado.

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