Ubicadas en El Pichao, a 8 kilómetros de Colalao del Valle, fueron el sitio donde se refugiaron algunos aborígenes luego de la caída de los indios Quilmes en manos de los españoles en 1667. Se puede recorrer la parte central que consiste en una superficie cubierta con terrazas de cultivo, obras de irrigación y estructuras habitacionales realizadas en piedra, lo que supone que fueron un pueblo desarrollado. Otro paseo de interés son los cementerios donde se puede aprender sobre los entierros de adultos y niños. Para descubrir estos vestigios situados a la vera del río Pichao se debe caminar aproximadamente 300 metros.