Una de las modalidades de mayor crecimiento a nivel mundial es el Turismo Rural Comunitario, que se caracteriza por la participación de los turistas en las actividades de la vida cotidiana de un pueblo, lo que lleva a la apropiación de sus tradiciones y costumbres y a la transmisión y concientización de su patrimonio cultural y simbólico.
Esta tipología de turismo se ofrece en diferentes puntos de la provincia y abarca una multiplicidad de actividades como el alojamiento, la gastronomía, experiencias en talleres artesanales, quehaceres rurales, charlas culturales y observación de flora y fauna, entre muchas otras, siempre en un marco de respeto a las identidades locales.
Uno de los principales destinos que ofrece esta experiencia en Tucumán es Talapazo, una gema enclavada en pleno Valle Calchaquí, donde es posible vivenciar y compartir prácticas milenarias junto a la comunidad originaria anfitriona. En este paraje ubicado a 2.100 metros de altura rodeado de montañas y salpicado de cardones y pircas, podés participar del cultivo y la cosecha de frutos, de la elaboración de comidas típicas y dulces caseros, de ceremonias ancestrales a la Pachamama y de fogones nocturnos donde las coplas, los mitos y las leyendas llenan los silencios del valle.