Una de las villas veraniegas más famosas, San Pedro tiene numerosos atractivos para descubrir. Su plaza central es el principal paseo público, rodeado por bares que por las tardes y noches se convierten en un punto perfecto de reunión para familias y grupos de amigos. Frente a la plaza se erige el Centro Cívico Cultural de la villa, un convocante espacio que ofrece una diversidad de propuestas artísticas, sobre todo en las vacaciones de verano e invierno y los fines de semana largos.

A pocos metros de la plaza se pueden ver las huellas de las culturas que habitaron la región en el Museo Doctor Manuel García Salemi. Además, en San Pedro se distingue el patrimonio arqueológico Piedra Tallada, que permite observar signos tallados por culturas ancestrales en honor a la fertilidad y a las cosechas. 

Conocida como la Sucursal del Cielo por la presencia de una réplica exacta de la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes que se encuentra en Francia, San Pedro también es un destino ideal para conectar con tu fe en un paisaje de ensueño. En la gruta se ofrece el espectáculo de mapping "Aparición de la Madre de Dios", que se proyecta al anochecer y se constituye como una verdadera catequesis inmersiva.

Con numerosos senderos y miradores que permiten apreciar la villa desde las alturas, San Pedro también es un destino perfecto para la aventura al aire libre. Uno de los principales paseos es el que culmina en el Puente del Indio, un puente natural que se formó por la erosión del tiempo y el agua. Otro de los paseos obligados es el mirador natural Monte Bello, desde el cual podrás ver el pueblo en todo su esplendor.

Sin dudas, no podes irte de San Pedro sin probar sus riquísimas humitas en olla, por lejos las más ricas de Tucumán. Cabe destacar que cada enero, la villa es sede de la Fiesta Nacional de este plato, evento que reúne a miles de personas.