Dique Escaba

En lengua quechua, Escaba significa “lugar donde se encuentran las aguas”. Los colores del cielo y del dique se confunden. 
El dique fue construido entre los años 1943 y 1950 con el objetivo de generar energía eléctrica, atenuar las crecidas de los ríos Marapa y Singuil y regular la misma para riego, además de significar una atractiva opción de paseo y turismo.
 
El muro de contención tiene una altura de casi cien metros, significando una obra magnífica para quienes la visitan. 
Otros imperdibles del lugar son El Divisadero, un extraordinario paraje al que se accede solo en caballos o La Cascada que, a dos horas de caminata, ofrece paisajes de incalculable belleza.

El Mirador
Antes de llegar a la calle principal del Dique te espera una parada obligatoria para dejar en libertad la cámara del celular y captar sin esfuerzo una postal como pocos de la provincia. Desde ese punto se puede apreciar en todo su esplendor la arquitectura tipo Ambursen de la presa, y la vastedad del espejo de agua que desde ahí tiene reminiscencias de mar.

La represa 
Una de las experiencias más impactantes de Dique Escaba se obtiene de este lado. Desde la calle principal que atraviesa la estructura de 82 metros de alto se tiene una de las vistas más panorámicas del espejo de agua. Es casi imposible resistirse a tomarse una foto ahí enmarcada por un cielo sin nubes, el azul oscuro del agua y el verde intenso de una selva que desde ese punto ya deja ver el sector de la conocida Cascada del Chorro. 
 


El Club Naútico
Dentro de la Villa de Escaba se encuentra el Club Náutico. Allí, quienes visiten Escaba pueden encontrarse con una nueva perspectiva del Dique que incluye la oportunidad de un paseo en bote a remo para esparcimiento o pesca  en los alrededores. El Club Náutico ofrece al visitante espacios para realizar una comida campestre en asadores y merenderos dispuestos en puntos altos del predio, de manera que en todo momento se pueda conservar una vista en forma de postal del lugar. También, para quienes deseen despertar con vistas panorámicas al dique, el club cuenta con instalaciones para pernoctar en compañía de la familia y luego continuar las actividades de aventura. 

La Isla
Hacia el oeste del Dique se encuentra un islote provisto de flora y fauna autóctona de la zona, conocido como “La Isla”. A este lugar se puede llegar remando desde el Club Náutico en busca de una experiencia de acampe en medio de las aguas del Dique o bien para tomar unos mates en búsqueda de ese silencio reparador que solo parece posible en ese lugar.



El Puente Colgante
A seis kilómetros del Dique, y como parte del recorrido de una tarde, se puede visitar un puente peatonal de casi 84 metros de largo que comunica los márgenes del Río Singuil. Su estructura es particular formada por cables de acero y arcos metálicos. Desde ahí la vista se pierde en el circular tranquilo de las aguas del Río Singuil y las Yungas que no abandonan el paisaje.
Escaba es uno de los puntos claves del turismo de inmersión en la naturaleza en Tucumán. Decidir recorrerlo es descansar la vista de las pantallas y la rutina para perder la mirada y la atención en el presente de un espejo de agua brillante cargado de historias.