El Observatorio Astronómico de Ampimpa se encuentra a 157 km del centro de la capital tucumana, en Amaicha del Valle. El recorrido son casi 3 horas que van desde los verdes intensos de las Yungas para descansar la vista, hasta los encadenamientos montañosos aterciopelados del Valle Calchaquí. A medida que se asciende el aire va cambiando su densidad volviéndose más ligero, fresco y perfumado.
La llegada al predio es un camino que serpentea, con carteles que llevan a recorrer la historia del universo, desde la teoría del Big Bang, hasta la aparición del hombre. Una vez arriba la estructura principal del observatorio que resguarda el telescopio se lleva nuestra mirada. Con un fondo de paisajes amaicheños que desde lo alto impresionan más, comienza la vivencia de una joya de Tucumán.
El universo al alcance de la mano
El observatorio está dispuesto para brindar experiencias para todo tipo de itinerarios. Existen dos programas cortos de los que se puede participar sin la necesidad de hospedarse.
En ambos casos la oportunidad de visitar el Parque Temático Intihuatana es una opción que ayuda a contextualizar los conocimientos que se brinda en cada observación.
Para los que deseen una experiencia aún más inmersiva, la propuesta de pasar una noche es la mejor opción. Quienes deciden quedarse podrán disfrutar de tres experiencias de observaciones entre las que se destaca la que se realiza durante la madrugada donde se puede ver Alfa Centauri, Neptuno, Júpiter, las Pléyades, Orión y mucho más. También, la observación de la salida del sol y de las manchas solares constituye uno de los hitos más importantes de lo que se puede observar debido a que el único telescopio abierto al público capaz de estas observaciones se encuentra en este observatorio.
Las noches de Ampimpa dan la sensación de que un velo de nuestras vidas se corre para que podamos descubrir ese universo que siempre ahí pero que no podemos ver encandilados por las luces de la ciudad, de nuestros teléfonos y la rutina.
Gastronomía con estrella
Uno de los servicios con los que el visitante puede encontrarse a 2300 metros de altura es la propuesta de comidas del Observatorio.
La carta se destaca por contar con platos que no contienen carnes debido a que las comidas que las incluyen no son recomendadas para las alturas, según indican en el observatorio. La propuesta está profundamente relacionada con la experiencia astronómica, por este motivo, los nombres de las opciones gastronómicas pueden ser tan memorables como lo que se observa: Canastitas de Orión, Timbal Estelar, Tortilla solar, Nebulosa de Cayote, etc.
Senderismo entre cardonales
Realizar senderismo forma parte de las opciones disponibles en el Observatorio. Actualmente cuenta con un convenio con el prestador de turismo aventura Namastrek con quien los visitantes pueden ponerse en contacto para realizar distintos recorridos.
Dentro de la oferta de senderismo, es posible encontrar opciones de dificultad baja, media y alta.
Para mayor información comunicarse con el observatorio a: (0381) 156092286
