Parque 9 de Julio




Es el principal paseo verde de la capital tucumana, conocido como el “pulmón de la ciudad”. Está ubicado hacia el este entre Avenida de los Próceres, Avenida Benjamín Aráoz, Avenida Gobernador del Campo y Avenida Coronel Suárez. Fue trazado en forma de óvalo, idea del arquitecto francés Carlos Thays e inaugurado para los festejos del centenario de la Independencia en 1916.


Numerosas especies de árboles y un verde impecable dan vida a este parque que encierra múltiples monumentos. Se puede conocer el reloj floral, la fuente luminosa, el lago San Miguel y algunos de los bares y restaurantes más notables de Tucumán. Además, cuenta con pistas de salud, zonas de juegos para niños y un rosedal cuyo perfume se adueña del ambiente.


Un imperdible es el Museo  de la Industria Azucarera Casa del Obispo Colombres.


Fueron los jesuitas quienes cultivaron por primera vez la caña de azúcar en la provincia. Sin embargo, luego de su expulsión, el obispo Colombres decidió retomar esta práctica llevándola a cabo en este lugar.




La casona fue construida en 1800, como vivienda del Obispo Eusebio Colombres y representa un testimonio claro de las viviendas coloniales de fines del siglo XVIII. Allí funciona un museo que guarda muchas de las pertenencias del obispo y en la parte de afuera, se conserva el trapiche de madera con el que trabajaban la caña los viejos ingenios. Sin duda, un icono de nuestra historia que vale la pena recorrer. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941.